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21 marzo, 2023
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¡Moverse es clave para el desarrollo cerebral de los niños!

El movimiento es una parte esencial del desarrollo y crecimiento de los niños. Además de los beneficios físicos, como la mejora de la coordinación motora y el fortalecimiento del sistema músculo-esquelético, el movimiento desempeña un papel fundamental en los procesos de aprendizaje. El movimiento activo y coordinado y la provisión de sensaciones que conlleva, contribuyen al desarrollo y maduración del cerebro. Durante el movimiento se establecen conexiones neuronales y se fortalecen los circuitos cerebrales responsables del aprendizaje, la memoria, la atención y otras habilidades cognitivas. Por lo tanto, al brindar a los niños oportunidades para moverse y jugar activamente, estamos apoyando su desarrollo cerebral integral.

En este artículo hablaremos de la importancia del movimiento para los niños y cómo puede potenciar su capacidad de aprendizaje de manera efectiva y significativa.

5 recomendaciones para el desarrollo físico, mental y emocional por medio del movimiento

  1. Elige actividades que permitan la estimulación multisensorial:

El movimiento proporciona a los niños una experiencia multisensorial única, ya que al moverse, involucran y estimulan múltiples sentidos, como la vista, el oído, el tacto y la propiocepción. Estas experiencias sensoriales enriquecen el aprendizaje al permitir que los niños exploren y comprendan el mundo que los rodea de manera más completa. Por ejemplo, al saltar, correr o trepar, los niños pueden experimentar diferentes texturas, sonidos y cambios en la perspectiva visual, lo que enriquece su percepción y comprensión del entorno.

 

  1. Busca actividades físicas que fomenten el movimiento coordinado, como la danza o los circuitos de destreza física:

Cuando los niños se mueven, liberan energía acumulada y mejoran su capacidad para mantenerse enfocados en tareas específicas. El movimiento rítmico, secuencial y controlado ayuda a mejorar la atención y la concentración, lo que les permite participar activamente en las actividades de aprendizaje. Además, el movimiento también está relacionado con el desarrollo de habilidades ejecutivas, como la autorregulación y el control de impulsos, que son fundamentales para un aprendizaje exitoso.

 

  1. Busca un enfoque personalizado que beneficie el aprendizaje de tu hijo:             

Cada niño tiene un estilo de aprendizaje único, y para algunos, el aprendizaje kinestésico es especialmente efectivo. Estos niños aprenden mejor a través del movimiento y la experiencia práctica. Al involucrar activamente su cuerpo en actividades relacionadas con el tema de estudio, como manipular objetos, actuar o realizar secuencias motrices, obtienen una comprensión más profunda y retienen la información de manera más efectiva. El movimiento les brinda una forma de aprender de manera más significativa y conectada con el mundo real.

 

  1. Proporciona escenarios de juegos de capacidad física con otros niños:

El movimiento también desempeña un papel crucial en el desarrollo social y emocional de los niños. A través del juego físico, cooperativo y competitivo, los niños aprenden a interactuar, compartir, negociar, resolver conflictos y desarrollar habilidades sociales esenciales. Además, el movimiento puede ayudar a liberar tensiones emocionales y promover el bienestar general de los niños. El ejercicio físico libera endorfinas, hormonas que generan sensaciones de bienestar y felicidad, lo que contribuye a un estado emocional favorable para el aprendizaje.

 

  1. Fomenta actividades que involucran la expresión corporal:

La expresión corporal es el lenguaje no verbal que se utiliza desde la infancia para expresar sentimientos, pensamientos, emociones y necesidades, mediante el movimiento y la postura del cuerpo. Al practicar y explorar la expresión corporal se promueven las habilidades sociales y emocionales. La expresión corporal incentiva la espontaneidad, y aprovecha la tendencia natural al movimiento propia de la edad para comunicarse de forma más efectiva.

El movimiento es una herramienta poderosa para potenciar los procesos de aprendizaje en los niños. Enriquece las experiencias sensoriales,  contribuye al desarrollo cerebral, mejora la atención y la concentración, sino que también, facilita un aprendizaje más significativo y fortalece las habilidades sociales y emocionales. Al ofrecer a los niños oportunidades frecuentes para moverse y jugar activamente, estamos brindándoles las bases para un desarrollo integral y un aprendizaje exitoso. El movimiento no solo es divertido, sino esencial para el crecimiento y la educación de los niños.

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