Gritos, llanto sin cesar, respuestas iracundas, estrés generalizado. ¿Quién no ha experimentado una pataleta con sus hijos? Evitar el caos que puede suponer una situación como estas depende en gran medida de una palabra clave: anticipación.
En este contexto, anticipar es el arte de visualizar posibles escenarios o eventos que alterarán el curso normal de las rutinas familiares y que, podrían causar una pataleta, para planificar cómo enfrentarlas en caso de que sucedan, pero sobre todo para evitarlas.
Cuando tienes rutinas, hábitos, acuerdos y responsabilidades en tu casa, puedes saber en qué terreno te mueves, qué esperar y cómo funciona tu día a día. Esto suena a tranquilidad y paz total, pero sabemos que en muchas oportunidades esta rutina se altera por cosas que finalmente son parte de tu vida regular y por otras que no son tan regulares, y surgen de forma imprevista. Por ejemplo, ir al pediatra, al odontólogo, a comprar ropa, un paseo, una cena con amigos o una reunión de última hora, situaciones que no estaban contempladas.
Las citas con médicos, cenas con amigos y salidas a comprar o hacer visitas, son fáciles de programar con tiempo y por lo tanto puedes preparar a tu hijo. Cuéntale qué van a hacer en el pediatra. Dile que se van a reunir con los amigos un día y qué van a hacer: ir al parque, comer rico, ir a la casa, ver una peli, en fin lo que hayan definido que va a ser el plan, siempre explícale de qué se trata esa salida, no lo embarques en un viaje sin fin, es mejor y se siente más tranquilo cuando sabe para dónde va y quiénes van a estar.
Cuando es algo no planeado, que surgió en último momento, tómate dos minutos y llámalo por teléfono. Dile que lo has pensado, cuéntale qué hiciste en el día, pregúntale, así no pueda hablar aún, cómo se siente, qué ha hecho, lo importante es que escuche tu voz, le digas que mamá llega tarde y que al día siguiente lo levantarás con un gran beso y abrazo.
Cuando le cuentas a tus hijos tus planes y lo que va a pasar es más probable que lo asuman tranquilamente. Las pataletas son la forma como nuestros hijos expresan su descontento frente a situaciones inesperadas. Explicarles con antelación determinada actividad, evento o circunstancia nos permite actuar de forma proactiva y de paso le damos la oportunidad a su mente de que se prepare y asuma situaciones de último momento de forma asertiva.
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